Miembros de la coalición gubernamental israelí aseguraron que la reforma judicial impulsada por el primer ministro del país, Benjamin Netanyahu, “está muerta”.Netanyahu ha decidido no seguir adelante con la reforma por las presiones políticas provenientes de Estados Unidos, aunque el ministro de Justicia, Yariv Levin, no tiene intención de dimitir, según han explicado a la cadena Shishi Bekan 11 News. El primer ministro está considerando organizar un debate para permitir la pena de muerte para terroristas en un intento de apaciguar al ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, cuyo descontento ante la “débil respuesta” del Gobierno a los últimos enfrentamientos en la Franja de Gaza puede poner en peligro la coalición.