Las autoridades de Irán han confirmado este lunes la muerte del presidente del país, Ebrahim Raisi, uno de los principales representantes de la línea dura y uno de los favoritos para reemplazar en el futuro al líder supremo del país, el ayatolá Alí Jamenei, tras un accidente de helicóptero registrado el domingo en la provincia de Azerbaiyán Oriental (noroeste).
Raisi era uno de los ocupantes del helicóptero siniestrado, que le trasladaba junto al ministro de Exteriores, Hosein Amirabdolahian –también fallecido en el suceso– tras participar en la inauguración de una presa cerca de la frontera con Azerbaiyán, acto en el que estuvo presente el mandatario azerí, Ilham Aliyev.
El presidente, nacido en 1960 en Mashhad –la segunda ciudad más grande del país y que acoge el principal mausoleo chií de Irán–, había participado en las protestas contra el sah que derivaron finalmente en su derrocamiento en la Revolución Islámica de 1979, tras lo que entró a formar parte de las filas del aparato judicial, en un inicio como fiscal.